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Viernes, 30 de Mayo de 2025

¿Se avecina la salida de Marino Hinestroza de Nacional? El “distinto” del Verde seduce al extranjero 

Atlético Nacional vive días de gloria y vértigo. En la cumbre de su éxito deportivo reciente –campeón de Liga, Copa y Superliga en 2024–, una figura reluce con una intensidad que ya traspasa fronteras. Marino Hinestroza, el extremo caleño que llegó desde Estados Unidos con perfil bajo, se ha convertido en el alma creativa del “Rey de Copas”. Su fútbol, que mezcla velocidad endiablada con imprevisibilidad estética, ha despertado el apetito de clubes en Brasil, Argentina y Europa. Y en Medellín, donde bien conocen la lógica del mercado, ya se habla de su posible partida.

Hinestroza no es solo el mejor jugador de Nacional hoy: es su pieza más irrepetible. Es el calidoso que rompe líneas, el que convierte la banda en un laboratorio de invenciones, el que hace ver simple lo imposible. En 2024, cuando Nacional volvió a imponer su peso histórico en el fútbol colombiano, Marino fue más que protagonista. Fue decisivo. Marcó, asistió y, sobre todo, desequilibró. La cereza del pastel la puso en la Superliga, al cobrar con templanza el penalti final ante Bucaramanga. Hinestroza, con apenas 23 años, ya dejó huella.

Por eso el club antioqueño apostó fuertemente por él. Tras una cesión desde el Columbus Crew de la MLS, Nacional desembolsó cerca de 2 millones de dólares para quedarse con la mitad de sus derechos. Una operación arriesgada, sí, pero que ya se empieza a ver como una joya comercial. Porque con cada partido en la Copa Libertadores, con cada enganche y cada pase filtrado, el valor de Marino se multiplica. No hay visor que no lo tenga registrado. Y la pregunta ya no es si llegará una oferta. La pregunta es cuándo, y de cuánto.

En las oficinas de Nacional lo tienen claro: no dejarán ir a Marino por cualquier cifra. Según fuentes cercanas al club, ya le pusieron precio. Quien quiera al caleño deberá abrir la chequera y poner, como mínimo, 8 millones de dólares sobre la mesa. No se trata solo del rendimiento deportivo: es la posibilidad de multiplicar por cuatro una inversión inteligente, y reinvertir en un plantel que ha demostrado estar a la altura de la historia del club. Hinestroza es talentosa, pero también capital.

Sin embargo, no todo es cálculo. En la tribuna, el hincha ya empieza a sentir la nostalgia anticipada. ¿Qué será de Nacional sin ese jugador que hace suspirar a la tribuna con cada balón que toca? ¿Quién tomará su lugar, si decide partir? La salida de una figura de este calibre no se reemplaza con una promesa de cantera ni con una apuesta del exterior. El talento de Marino no es común: es ese tipo de futbolista que aparece cada tanto y redefine un estilo. Nacional lo sabe, y por eso no quiere regalarlo.

Mientras tanto, Hinestroza sigue entrenando con la seriedad que lo caracteriza. No ha dicho una palabra sobre su futuro, ni ha bajado el ritmo en la cancha. Es un profesional silencioso, alejado del ruido, más ocupado en gambetear rivales que en alimentar rumores. Su enfoque, por ahora, está en la Libertadores. En conquistar Sudamérica con el Verde. Pero el murmullo de su posible partida crece. Y en el fútbol, como en la vida, los silencios a veces dicen más que las declaraciones.

¿Se va Marino? La respuesta está en los números, en las vitrinas y en los pasillos de clubes lejanos que ya preguntan por él. Pero también está en el corazón del equipo. Nacional, que ha sabido construir un proyecto ganador, tendrá que decidir si vender su joya o seguir apostando por el brillo que ilumina cada partido. Sea cual sea la decisión, lo cierto es que Hinestroza ya es parte de la historia verde. Y eso, ni los millones ni las transferencias lo borran.

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