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Viernes, 21 de Marzo de 2025

La nueva coalición de cara a 2026: ¿puede la oposición al gobierno de Petro formar una alternativa real?

En un ambiente de creciente tensión política, un grupo de partidos colombianos ha comenzado a cimentar las bases para una coalición que desafíe al gobierno de Gustavo Petro en las elecciones de 2026. El pasado 17 de marzo, varios dirigentes políticos de los partidos Liberal, Conservador, La U y Nuevo Liberalismo se reunieron en la casa del expresidente César Gaviria, quien, como líder del Partido Liberal, encabezó una estrategia conjunta para oponerse al Pacto Histórico y organizar una candidatura única para los comicios presidenciales de 2026. El acuerdo será anunciado oficialmente el próximo 1 de abril, y se trata de la primera fase de lo que promete ser una coalición política significativa.

Esta reunión, encabezada por Gaviria, reunió a figuras clave de la política tradicional colombiana, como su hijo Simón Gaviria, el exregistrador Alexander Vega, y la exgobernadora del Valle Clara Luz Roldán, por parte del Partido de la U; además de los senadores Efraín Cepeda y Nadia Blel del Partido Conservador, y el exsenador Juan Manuel Galán del Nuevo Liberalismo. El encuentro fue, sin duda, un claro mensaje de unidad en la oposición al gobierno de Petro, que ha generado divisiones dentro del panorama político colombiano. Los partidos involucrados reconocen la necesidad de generar un contrapeso real a la administración de Petro, que ha llevado a cabo varias reformas polémicas y anunciado iniciativas como la consulta popular que ha causado controversia en el país.

La consulta popular anunciada por el presidente Petro se ha convertido en un tema crucial de discusión dentro de esta nueva coalición. Uno de los acuerdos que se exploran entre los partidos es la posibilidad de promover el abstencionismo en caso de que la consulta se lleve a cabo. Sin embargo, algunos sectores consideran aún más relevante el desafío previo: evitar que la plenaria del Senado apruebe el llamado a consulta. Esto se perfila como un reto político significativo, pues se requiere de una mayoría en el Senado para impedir su convocatoria, lo que podría ser una victoria simbólica para la oposición.

No obstante, si la consulta popular llegara a realizarse, la coalición de oposición aún podría tener una carta importante que jugar: hacer frente a la difícil tarea de asegurar que la votación necesaria para la viabilidad de la consulta no se alcance. La iniciativa de Petro requiere que más de 13 millones de colombianos participen, con un mínimo de 6.8 millones votando afirmativamente. De conseguir evitar este umbral, la coalición tendría una victoria política importante, aunque la batalla por la aceptación popular del gobierno seguiría siendo uno de los mayores desafíos.

Un aspecto clave de este movimiento opositor es la definición del liderazgo dentro de la coalición. La figura de Juan Manuel Galán, quien en las pasadas elecciones presidenciales fue un fuerte contendiente dentro de la Coalición Centro Esperanza, plantea interrogantes sobre el futuro de su candidatura y su papel dentro de la nueva coalición. Galán obtuvo un notable segundo lugar en las elecciones pasadas, lo que lo coloca como una figura con potencial para liderar una alternativa en 2026, aunque su inclusión en este grupo multipartidista ha sorprendido a muchos, dada su reciente postura más centrada.

Por otro lado, la posibilidad de incluir al partido cristiano MIRA en esta alianza también ha generado debate. MIRA ha mostrado una considerable fuerza electoral en diversas regiones del país y se posiciona como un aliado estratégico para cualquier coalición que busque representar a un amplio espectro del electorado. Sin embargo, la inclusión de un partido de orientación religiosa podría tensar aún más las relaciones dentro de la coalición y con ciertos sectores del electorado, que podrían ver esto como una propuesta que no aboga por la separación entre iglesia y Estado.

La estrategia de esta coalición, entonces, parece estar basada en la construcción de una plataforma política que integre a diversas fuerzas del centro y la derecha, con la idea de contrarrestar el poder del Pacto Histórico y de Petro. A medida que se aproximan las elecciones de 2026, la pregunta central será si esta alianza logrará consolidarse como una opción viable ante un gobierno que, aunque polarizado, sigue gozando de un amplio apoyo entre ciertos sectores de la población.

A pocos años de los comicios de 2026, la coalición en formación enfrenta el reto de encontrar un equilibrio entre las diversas fuerzas políticas que la componen. No solo se trata de competir contra el gobierno de Petro, sino de ofrecer una alternativa clara, atractiva y cohesionada, que logre atraer tanto a los votantes desilusionados del actual gobierno como a aquellos que desean un cambio en la dirección del país. Mientras tanto, la política colombiana sigue evolucionando, y los acuerdos de este 1 de abril podrían marcar el inicio de una etapa clave para las futuras elecciones presidenciales.

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