El debut de Javier Gandolfi como técnico de Atlético Nacional no pudo ser más alentador. Con una victoria contundente 4-0 sobre Once Caldas, el estratega argentino dejó claro que no solo tiene el conocimiento táctico necesario, sino también la capacidad de conectar con el ADN competitivo del club verdolaga. Sin embargo, el técnico ya ha pasado la página del triunfo y está totalmente enfocado en lo que será su primer gran desafío: la final de la Superliga ante Bucaramanga.
En rueda de prensa posterior al partido, Gandolfi destacó la claridad y jerarquía que mostró su equipo, especialmente en los primeros 20 minutos del encuentro, donde Nacional dominó ampliamente. “Tratamos de llevar información al jugador sin sobrecargarlo. El partido salió nítido en el inicio, pero nos faltó convertir. Afortunadamente, el premio llegó al final del primer tiempo, y después el equipo demostró inteligencia y manejo de los tiempos”, señaló el técnico, dejando entrever una mezcla de satisfacción y autocrítica que parece ser su sello.
El estratega no dejó pasar la oportunidad de reconocer el rol clave de la hinchada en el desempeño del equipo. “Tenemos la mejor hinchada del país. Desde que uno pisa el estadio siente una energía única. Ese jugador número 12 fue fundamental. Solo tengo palabras de agradecimiento”, expresó con emoción. Para Gandolfi, la conexión entre el equipo y su público es un pilar que piensa fortalecer a lo largo de la temporada.
De cara a la final de la Superliga, Gandolfi se mostró cauteloso pero confiado. Reconoció que siempre hay aspectos por mejorar, pero destacó que trabajar después de un triunfo es mucho más sencillo. “Hay cosas por corregir, pero cuando vienes de una victoria como esta, el ánimo y la disposición del grupo facilitan todo. Lo que se hace bien hay que reforzarlo, pero siempre hay margen para seguir creciendo”, aseguró.
Otro punto relevante en su planificación fue darle minutos a varios jugadores del plantel en el duelo contra Once Caldas. Gandolfi considera que esta rotación beneficia al equipo, no solo por la competencia interna, sino también por la preparación física y mental de cara a partidos decisivos. “Tenemos un nivel y una jerarquía extraordinaria. Además, cuento con un grupo humano espectacular, que nos ha recibido de gran manera”, comentó, reflejando el ambiente de armonía que parece haberse instaurado en el vestuario verdolaga.
En cuanto a la conformación de la nómina para la final, el técnico fue enfático en que sus decisiones están basadas en el rendimiento y no en los resultados pasados. “Siempre elijo al jugador que está al cien por ciento según lo que veo. Mi trabajo es poner lo mejor para cada partido, porque cada desafío es diferente”, puntualizó.
Gandolfi también subrayó la importancia de los pequeños detalles en la preparación previa a un compromiso de esta magnitud. El descanso, la alimentación y la hidratación serán prioritarios en los días previos al enfrentamiento con Bucaramanga. “La palabra relajarse no existe en mi diccionario. La exigencia diaria es la clave para seguir creciendo y conseguir los objetivos que nos trazamos”, afirmó con determinación.
Atlético Nacional, con la motivación renovada y la confianza en su nuevo líder, se prepara para enfrentar un desafío que podría marcar el rumbo del equipo en esta temporada. Gandolfi sabe que la final no solo es una oportunidad para levantar un trofeo, sino también para consolidar su estilo y comenzar a construir su legado en el banquillo verdolaga.