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Jueves, 13 de Marzo de 2025

El meningococo acecha en Antioquia: ¿cómo prevenirlo?

En lo que va del año 2025, Antioquia ha registrado ya 11 casos de meningitis bacteriana, lo que ha encendido las alarmas en las autoridades sanitarias del departamento. Uno de los casos más recientes, el de un estudiante en un colegio de Envigado, resaltó la urgencia de tomar medidas inmediatas frente a esta enfermedad potencialmente mortal. La bacteria causante, el meningococo, está presente en las gotículas respiratorias de una persona infectada y puede contagiarse rápidamente, especialmente en ambientes cerrados como aulas escolares. Ante esta situación, es crucial implementar acciones preventivas efectivas que incluyan, en primer lugar, la vacunación masiva.

La meningitis bacteriana, y particularmente la causada por el meningococo, es una de las formas más graves de la enfermedad. Si bien existen varios tipos de meningitis, la bacteriana es la que presenta los riesgos más elevados de muerte o secuelas permanentes. La bacteria Neisseria meningitidis, más conocida como meningococo, se transmite de persona a persona a través del contacto directo o el intercambio de saliva. Esta transmisión es especialmente peligrosa en lugares donde las personas permanecen en contacto cercano, como las escuelas, donde los brotes son más probables.

Los síntomas de alerta de la meningitis bacteriana son claros: fiebre alta repentina, dolor intenso de cabeza, rigidez en el cuello, náuseas y vómitos, manchas en la piel, entre otros. Estos signos pueden aparecer de forma repentina y avanzar rápidamente. De no recibir atención médica urgente, los afectados podrían enfrentar consecuencias graves, que incluyen daño cerebral, pérdida de la audición o incluso la muerte en un plazo de 24 a 48 horas. La rapidez con que evoluciona la enfermedad hace indispensable el diagnóstico temprano y la intervención médica inmediata.

En Antioquia, la situación ha sido preocupante: a la fecha, se han confirmado varios casos en diversas zonas, incluidos Medellín, Bello, Rionegro y, por supuesto, Envigado. En cada uno de estos casos, las autoridades sanitarias han actuado rápidamente, implementando protocolos de aislamiento y realizando seguimiento a los contactos cercanos. En Envigado, en particular, la Secretaría de Salud implementó un plan de intervención que incluyó la búsqueda activa de personas susceptibles y la aplicación de medidas preventivas, como la vacuna contra el meningococo, para evitar la propagación del brote.

El aumento de casos en Colombia, que se reportó en un 22% en 2024, tiene varias explicaciones. La falta de cobertura en la vacunación es uno de los factores más relevantes, ya que solo ciertos grupos poblacionales, como los niños menores de seis años o los adultos mayores de 60 años, reciben acceso a las vacunas dentro del Plan Ampliado de Inmunización (PAI). Sin embargo, esta limitación deja fuera a una gran parte de la población vulnerable, como jóvenes y adolescentes que suelen vivir en espacios cerrados y en condiciones de hacinamiento, como en universidades o colegios.

El costo de las vacunas, aunque accesible en algunas instituciones, es otro obstáculo. Las vacunas antimeningocócicas tetravalentes y la vacuna Bexsero, ambas necesarias para combatir las diferentes cepas del meningococo, pueden tener precios elevados, lo que limita su acceso a muchos colombianos. Sin embargo, las cajas de compensación, como Comfama, han facilitado la adquisición de estas vacunas a precios más bajos, lo que ha permitido que más personas tengan acceso a esta protección vital.

El aumento de los casos de meningitis en Colombia no es solo un problema local, sino global. La pandemia de COVID-19 dejó secuelas en los sistemas de salud, entre ellas, la disminución de la cobertura de vacunación. En muchos casos, la desinformación sobre las vacunas y los movimientos antivacunas han contribuido a la propagación de enfermedades que, de otro modo, estarían controladas. Es urgente que las autoridades refuercen los esfuerzos para aumentar la cobertura de vacunación y erradicar los mitos que aún persisten sobre la seguridad y efectividad de las vacunas.

La solución está clara: prevención. La mejor forma de evitar que más personas sufran las consecuencias del meningococo es a través de la vacunación masiva y el monitoreo constante de los brotes. La responsabilidad no solo recae en las autoridades, sino también en cada uno de nosotros, en proteger nuestra salud y la de los demás, especialmente en contextos de alta exposición. Aumentar la cobertura de vacunación, promover la educación sobre los síntomas de alerta y mantener la vigilancia constante son pasos fundamentales para proteger a las comunidades de una enfermedad tan peligrosa y silenciosa como el meningococo.

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