Este viernes, cuando el balón vuelva a rodar en el estadio Palogrande de Manizales, la Selección Colombia Femenina Sub-17 saltará al campo con una meta clara: lograr su primera victoria en el Campeonato Sudamericano que se disputa en casa. Tras un debut vibrante ante Argentina, que dejó un empate con sabor a batalla épica, las dirigidas por Carlos Paniagua se preparan para enfrentar a una Venezuela aguerrida, que también quiere marcar territorio en el Grupo A.
El partido contra la ‘Albiceleste’ fue una montaña rusa emocional. Las colombianas, que comenzaron abajo en el marcador, reaccionaron con coraje y talento en los minutos finales. El empate de Ella Garce Martínez al 86′ y el gol de María Alejandra Baldovino al 90′ parecían sellar una remontada memorable. Pero un tanto agónico de Dafne Cardozo, apenas dos minutos después, silenció el festejo y repartió los puntos.
Más allá del empate 2-2, la ‘Tricolor’ dejó sensaciones positivas: un equipo con espíritu competitivo, capacidad de reacción y una nómina con promesas. La juventud no se notó en la actitud, y aunque la falta de experiencia pudo costar en la administración del resultado, la ilusión sigue intacta. Ahora, el reto será canalizar esa energía para dominar a una Venezuela que viene afinando su proyecto juvenil femenino desde hace años.
La cita contra la ‘Vinotinto’ será este viernes 3 de mayo a las 7:30 p.m., hora local, en Manizales. El encuentro será transmitido por los canales oficiales de la Conmebol, y también podrá verse a través de la plataforma de streaming Win Sports Online. Será una oportunidad clave para que el público colombiano se conecte con este proceso formativo, que ya empieza a dar frutos a nivel continental.
El Grupo A del certamen está en plena ebullición. Cuatro de las cinco selecciones han sumado un punto, mientras Paraguay —que descansó en la primera fecha— se prepara para entrar en acción. Cada partido cuenta, y los pequeños detalles comienzan a definir no sólo clasificaciones, sino también el temple de los equipos en desarrollo.
Para Colombia, sumar tres puntos significa dar un golpe de autoridad y empezar a perfilar su paso hacia la fase final. El Sudamericano Femenino Sub-17 no es solo un torneo juvenil: es una vitrina para el talento emergente y una apuesta estratégica por el futuro del fútbol femenino nacional, que ya ha dado alegrías importantes en las categorías mayores.
El técnico Carlos Paniagua, artífice de procesos anteriores con buenos resultados, ha insistido en que lo más importante es consolidar una identidad de juego. “La idea es que las jugadoras disfruten, pero también que entiendan lo que significa representar al país con responsabilidad”, dijo tras el primer encuentro. Frente a Venezuela, esa filosofía se pondrá a prueba en un duelo que puede marcar el rumbo del grupo.
Manizales, con su clima frío y su afición cálida, será testigo de un nuevo capítulo en el sueño de estas jóvenes futbolistas. Porque en cada pase, en cada quite y en cada remate, hay mucho más que un torneo en juego: hay un país que empieza a creer, desde la cantera, en el poder del fútbol femenino.
