Tras más de dos décadas de dependencia de la producción externa, Colombia está dando un paso fundamental hacia la autonomía sanitaria. La empresa antioqueña VaxThera, nacida en 2021, se ha convertido en la protagonista de este renacer en la biotecnología nacional. En alianza con el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Salud (INS), firmaron un convenio de cooperación para reactivar la producción nacional de vacunas, con el objetivo de fortalecer la respuesta del país ante emergencias sanitarias y aumentar su capacidad de autodependencia en la fabricación de biológicos.
Este convenio, que marca el retorno de Colombia a la producción de vacunas tras 22 años de vacíos en esta área, es considerado un hito dentro de la estrategia nacional para recuperar la soberanía sanitaria. La firma de este acuerdo no solo responde a la necesidad de avanzar en la protección de la población frente a enfermedades, sino que también tiene un impacto directo en el fortalecimiento de la infraestructura científica y tecnológica del país. Según autoridades del Ministerio de Salud, esta colaboración es crucial para enfrentar futuros desafíos en salud pública.
La meta central de este acuerdo es el desarrollo conjunto de productos biológicos que puedan satisfacer las necesidades sanitarias nacionales e internacionales, basándose en la ciencia, la tecnología y la innovación. El convenio no solo se enfoca en la fabricación de vacunas, sino que abarca un enfoque integral que contempla el intercambio de conocimiento entre instituciones académicas, científicos y empresas del sector privado, consolidando un ecosistema de innovación en salud.
El convenio abarca diversas líneas de acción. Entre ellas destaca la formación y capacitación de investigadores que puedan hacer frente a los desafíos que la biotecnología demanda. El fortalecimiento del talento humano en el ámbito de la Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) será un pilar fundamental para garantizar que el país cuente con los profesionales capacitados para el desarrollo y producción de vacunas de manera sostenible.
Además, este acuerdo busca la transferencia de tecnología desde instituciones internacionales hacia los actores locales, permitiendo a Colombia superar los cuellos de botella que históricamente han limitado la fabricación de vacunas en el país. El intercambio de experiencias con laboratorios internacionales de vanguardia será un componente clave para garantizar la calidad y eficacia de los productos nacionales.
Uno de los logros inmediatos de este convenio será la identificación de biológicos prioritarios que, en el corto, mediano y largo plazo, puedan ser fabricados en Colombia. Esto tiene un impacto directo en la protección de la población, pues al producir vacunas localmente se facilita la accesibilidad y disponibilidad de las mismas, minimizando los costos logísticos que surgen de la importación y distribuciones internacionales.
La reactivación de la producción de vacunas en el país también abre una nueva ventana para la creación de empleos calificados y el fortalecimiento de la industria biotecnológica colombiana. En un contexto global donde la pandemia del COVID-19 dejó en evidencia la importancia de la autosuficiencia en salud pública, Colombia se posiciona como un ejemplo de resiliencia e innovación, capaz de generar soluciones propias frente a crisis sanitarias.
Este convenio representa una promesa de futuro para Colombia. Con una industria más fuerte, más autónoma y más innovadora, el país no solo avanzará en la lucha contra enfermedades, sino que también reforzará su papel en el ámbito de la biotecnología a nivel global, consolidándose como un líder regional en la producción de salud pública. La reactivación de la producción nacional de vacunas es, sin duda, un paso firme hacia la construcción de un futuro más seguro y saludable para todos los colombianos.
