6 y 9
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Este lunes, 17 de marzo de 2025, los habitantes de Medellín y los municipios del área metropolitana del Valle de Aburrá deberán tomar en cuenta las restricciones del pico y placa que rige en la ciudad. Esta medida, que busca mitigar la congestión vehicular y mejorar la calidad del aire, afecta tanto a los vehículos particulares como a las motos y taxis. Como todos los lunes, las autoridades de tránsito han establecido un control específico que debe cumplirse para evitar sanciones y promover una circulación más ordenada.
Para los carros particulares, la restricción es clara: aquellos cuyas placas terminan en los dígitos 3 y 4 no podrán circular por las principales vías de la ciudad. La medida comenzará a aplicarse desde las 5:00 de la mañana y se extenderá hasta las 8:00 de la noche, afectando a miles de vehículos que usualmente se desplazan por las arterias principales de Medellín. Esta restricción es parte del esfuerzo continuo de la Alcaldía para regular el tránsito en los horarios punta y reducir la congestión, especialmente en horas de la mañana y la tarde.
Por otro lado, las motos de dos y cuatro tiempos también estarán sujetas al pico y placa, y en este caso, la restricción aplica para aquellas que tengan placas terminadas en los números 3 y 4. Al igual que los carros particulares, las motos tendrán prohibido circular entre las 5:00 de la mañana y las 8:00 de la noche. La medida, aunque parezca incómoda para los conductores, tiene como principal objetivo garantizar la movilidad de los ciudadanos y disminuir los niveles de polución que afectan la salud pública.
Además de los vehículos particulares y las motos, los taxis también estarán sujetos a una restricción este lunes. Los vehículos de servicio público no podrán circular si sus placas terminan en 9. En este caso, la medida comenzará a las 6:00 de la mañana, una hora después que para los demás vehículos, y se extenderá hasta las 8:00 de la noche. Este tipo de restricciones buscan equilibrar la oferta de transporte en la ciudad y garantizar que los taxis no contribuyan a la saturación del tráfico en las horas más críticas del día.
El pico y placa, que es implementado para reducir la cantidad de vehículos en circulación durante las horas de mayor afluencia, sigue siendo uno de los mecanismos más efectivos para gestionar la movilidad en Medellín. No obstante, también ha sido objeto de críticas por parte de algunos sectores que argumentan que esta medida no resuelve el problema de fondo, como la falta de infraestructura de transporte público y la baja disponibilidad de alternativas de movilidad. Sin embargo, los expertos coinciden en que, mientras se construyen soluciones a largo plazo, el pico y placa sigue siendo una estrategia válida para enfrentar los retos inmediatos de movilidad.
Para los ciudadanos, cumplir con el pico y placa no solo implica evitar las sanciones, sino también contribuir al bienestar colectivo, especialmente en términos de calidad del aire y reducción de emisiones contaminantes. En este sentido, es importante recordar que la responsabilidad no solo recae sobre las autoridades, sino también sobre los conductores, quienes deben ser conscientes de la relevancia de las restricciones para la mejora del entorno urbano.
Como siempre, las autoridades de tránsito y transporte han instado a los ciudadanos a estar atentos a las disposiciones locales y a las medidas de movilidad para evitar inconvenientes. Para ello, se recomienda que los conductores planifiquen su día con antelación y busquen alternativas de transporte público o compartido, especialmente aquellos que no se ven afectados por el pico y placa o aquellos que puedan modificar sus horarios de desplazamiento.
La medida del pico y placa, que sigue vigente en Medellín y otras ciudades del país, es un claro ejemplo de cómo las políticas públicas buscan balancear las necesidades de la población con la sostenibilidad del entorno urbano. Si bien aún queda un largo camino por recorrer en cuanto a infraestructura vial y opciones de transporte sostenible, el pico y placa es un paso necesario en la transición hacia ciudades más ordenadas, saludables y respetuosas con el medio ambiente.
